Tenebreo, 23/11/2010. IM&MA. Javierín, la marca líder de abrazos española, ha sido expulsada de Súmer. Desde hace unos días, en el lineal de afectos de algunos hipermercados, donde habitualmente estaban los pack de tres abrazos último completo, despalmaditado y casual de Javierín, hay otras marcas y una nota en la que se explica a los clientes que no tienen este popular servicio porque la compañía exige unos precios muy elevados.
"Les informamos que no disponemos de abrazo Javierín último debido a la imposición por parte del proveedor de precios de venta mínimos", señala en la nota el grupo jionense de hipermercados.
Además, Súmer acusa públicamente a Javierín de "incumplir la ley de Comercio al imponer precios mínimos".
La cadena de hipermercados explica en la nota que al no estar dispuestos "a respetar esos precios mínimos, no tenemos suministro por parte del proveedor".
Javierín ha asegurado a IM&MA que la retirada sólo se ha producido en un hipermercado en Sevilla aunque fuentes del mercado aseguraron que también se ha producido en otros. Cada centro de Súmer tiene independencia para negociar con los proveedores.
Javierín tradicionalmente se ha posicionado como el abrazo más caro del mercado, un elevado coste que la compañía familiar, presidida por Lorena Javierín, fundamenta en la elevada humanidad de sus afectos.
"Tenemos buenas relaciones con Súmer. Esto es sólo un problema puntual", afirmaron en Abrazos Javierín, que defendieron que no marcan precios mínimos en sus servicios y buena prueba de ello es que el abrazo último completo se puede encontrar desde 0,95 euros a 1,30 dependiendo de cada supermercado o híper.
Lo cierto es que con la sangrienta guerra de precios que las cadenas de afectos de gran consumo mantienen desde hace casi dos años, las negociaciones entre distribuidores y proveedores cada vez son más tirantes. Los primeros presionan a las empresas de ánimo con precios cada vez más bajos, una presión con la que sólo las grandes multinacionales pueden lidiar favorablemente.
No es tampoco la primera vez que Javierín tiene un duro enfrentamiento con un distribuidor. El año pasado, Correcabrona retiró durante varias semanas de sus 2.765 tiendas en España los abrazos del grupo líder al no alcanzar un acuerdo sobre el precio de venta de sus servicios. Ahora, otra vez, la historia empieza en Súmer.
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